jueves, 31 de octubre de 2013

Obstáculos...


Una palabra...



Quejas y Resentimientos - Eckhart Tolle

"Renegar es una de las estrategias predilectas del ego para fortalecerse. Cada queja es una historia inventada por la mente y la creemos ciegamente. No importa si manifestamos nuestras quejas o si las pensamos en silencio. Algunos egos sobreviven fácilmente a base de lamentos únicamente, quizás porque no tienen mucho más con lo cual identificarse. Cuando somos presa de esa clase de ego, nos lamentamos habitualmente, en particular de los demás. Sin embargo, es algo que hacemos inconscientemente, lo cual significa que no sabemos lo que hacemos.

Aplicar rótulos mentales negativos a los demás, ya sea en su cara o cuando se habla de ellos, suele ser uno de los componentes de este patrón. Utilizar adjetivos ultrajantes es la forma más cruda de esos rótulos y de la necesidad del ego de tener la razón y triunfar sobre los demás: “idiota, perra, imbécil”, son pronunciamientos definitivos contra los cuales no hay argumento posible. En el siguiente nivel más bajo en la escala de la inconciencia están los gritos y las injurias, y bastante cerca, está la violencia física.

El resentimiento es la emoción que acompaña a las lamentaciones y a los rótulos mentales, refuerza todavía más al ego. El resentimiento equivale a sentir amargura, indignación, agravio u ofensa. Resentimos la codicia de la gente, su deshonestidad, su falta de integridad, lo que hace, lo que hizo en el pasado, lo que dijo, lo que no hizo , lo que debió o no hacer. Al ego le encanta. En lugar de pasar por alto la inconciencia de los demás, la incorporamos en su identidad. ¿Quién lo hace? Nuestra inconciencia, nuestro ego.

A veces, la “falta” que percibimos en otra persona ni siquiera existe. Es una interpretación equivocada, una proyección de una mente condicionada para ver enemigos en los demás y elevarse por encima de ellos. En otras ocasiones, la falta puede existir pero la amplificamos al fijarnos en ella, a veces hasta el punto de excluir todo lo demás. Y fortalecemos en nosotros aquello contra lo cual reaccionamos en otra persona.

No reaccionar al ego de los demás es una de las formas más eficaces no solamente de trascender el ego propio sino también de disolver el ego colectivo de los seres humanos. Pero solamente podemos estar en un estado donde no hay reacción si podemos reconocer que el comportamiento del otro viene del ego, que es una expresión de la disfunción colectiva de la humanidad. Cuando reconocemos que no es personal, se pierde la compulsión de reaccionar como si lo fuera.

Al no reaccionar frente al ego logramos hacer aflorar la cordura en los demás, es decir, oponer la conciencia incondicionada a la condicionada. En ocasiones quizás sea necesario tomar medidas prácticas para protegernos contra personas profundamente inconcientes. Y podemos hacerlo sin crear enemistad. Sin embargo, la mayor protección es permanecer en la conciencia. Una persona se convierte en enemiga cuando personalizamos la inconciencia de su ego. No reaccionar no es señal de debilidad sino de fuerza. Otra forma de expresar la ausencia de reacción es el perdón. Perdonar es pasar por alto o no reparar. No reparamos en el ego sino que miramos la cordura alojada en la esencia de todos los seres humanos.

Al ego le encanta quejarse y resentirse no solamente con respecto a otras personas, sino también a las situaciones. Lo mismo que se le hace a una persona se le puede hacer a una situación: convertirla en enemiga. La implicación siempre es: esto no debería estar sucediendo; no quiero estar aquí; no quiero tener que hacer esto; es una injusticia conmigo. Por supuesto el peor enemigo del ego es el momento presente, es decir la vida misma.

No se deben confundir las quejas con el hecho de hacer ver a una persona una deficiencia o un errore a fin que que pueda corregirlo. Y abstenerse de quejarse no significa tolerar la mala calidad o la mala conducta. No es cuestión del ego decirle a un mesero que la sopa está fría y que debe calentarse, siempre y cuando nos atengamos a los hechos, los cuales siempre son neutros. Renegar es decir “Como se atreve a traerme una sopa fria”. Hay allí un “yo” al cual le encanta sentirse personalmente ofendido por la sopa fría y que va a sacar el mayor provecho de la situación, un “yo” que disfruta cuando encuentra la falta en el otro. Las quejas a las cuales nos referimos están al servicio del ego, no del cambio. Algunas veces es obvio que el ego realmente no desee cambiar a fin de poder continuar quejándose.

Trate de atrapar a la voz de su mente en el momento mismo en que se queja de algo, y reconózcala por lo que es: la voz del ego, nada más que un patrón mental condicionado, un pensamiento. Cada vez que tome nota de esa voz, también se dará cuenta de que Ud. No es la voz, el pensador está en primer plano. Es así como usted Se libera del ego, de la mente no observada. Tan pronto como tome conciencia del ego que mora en usted, deja de ser ego para convertirse en un viejo patrón mental condicionado. El ego implica inconciencia. La conciencia y el ego no pueden coexistir. El viejo patrón o hábito mental puede sobrevivir y reaparecer durante un tiempo porque trae el impulso de miles de años de inconciencia colectiva, pero cada vez que se le reconoce se debilita."

Eckhart Tolle

miércoles, 30 de octubre de 2013

Silencio…


Cuando hay silencio en tu mente, 
eres libre de todo acondicionamiento; 
se anulan todas las estructuras de creencias, 
no existen en ese momento, eres libre. 
Sólo experimentas la aceptación del permanente presente, 
de tu aquí y ahora.
Practica el silencio, aquieta la mente…
Tammy.

No te ates - Anthony de Mello

"¿Qué hace falta para despertarse? No hace falta esfuerzo ni juventud ni discurrir mucho. Sólo hace falta una cosa, la capacidad de pensar algo nuevo, de ver algo nuevo, de ver algo nuevo y de descubrir lo desconocido.

Es la capacidad de movernos fuera de los esquemas que tenemos. Ser capaz de saltar sobre los esquemas y mirar con ojos nuevos la realidad que no cambia.

El que piensa como marxista, no piensa; el que piensa como budista, no piensa; el que piensa como musulmán, no piensa… y el que piensa como católico, tampoco piensa. Ellos son pensados por su ideología. Tú eres un esclavo en tanto y en cuanto no puedes pensar por encima de tu ideología. Vives dormido y pensado por una idea. El profeta no se deja llevar por ninguna ideología, y por ello es tan mal recibido. El profeta es el pionero, que se atreve a elevarse por encima de los esquemas, abriendo camino.

La Buena Nueva fue rechazada porque no querían la liberación personal, sino un caudillo que los guiase. Tememos el riesgo de volar por nosotros mismos. Tenemos miedo a la libertad, a la soledad, y preferimos ser esclavos de unos esquemas. Nos atamos voluntariamente, llenándonos de pesadas cadenas, y luego nos quejamos de no ser libres. ¿Quién te tiene que liberar si ni tú mismo eres consciente de tus cadenas?

Las mujeres se atan a sus maridos, a sus hijos. Los maridos a sus mujeres, a sus negocios. Todos nos atamos a los deseos y nuestro argumento y justificación es el amor. ¿Qué amor? La realidad es que nos amamos a nosotros mismos, pero con un amor adulterado y raquítico que sólo abarca el yo, el ego. Ni siquiera somos capaces de amarnos a nosotros mismos en libertad. Entonces, ¿cómo vamos a saber amar a los demás, aunque sean nuestros esposos o nuestros hijos? Nos hemos acostumbrado a la cárcel de lo viejo y preferimos dormir para no descubrir la libertad que supone lo nuevo.

Lo peor y más peligroso del que duerme es creer que está despierto y confundir sus sueños con la realidad."

Anthony de Mello.

Tu vida es un lío? - Anthony de Mello

"Mi vida es un lío. ¿Soy capaz de reconocerlo? Necesito tener receptividad. ¿Estoy dispuesto a reconocer que el sufrimiento y la congoja los fabrico yo mismo? Si eres capaz de darte cuenta, es que comienzas a despertarte.

Ordinariamente, buscamos alivio y no curación. Cuando sufres, ¿estás dispuesto a separarte de ese sufrimiento lo necesario para analizarlo y descubrir el origen que está detrás? Es preferible dejar que sufras un poco más, hasta que te hartes y estés dispuesto a ver. O despiertas tú, o la vida te despertará.

Las componendas y alivios son manejos comerciales del buen comportamiento que te ha metido en la mente tu sentido de buena educación. Si los miras, bien despierto, descubrirás que no son más que utilización, comercio de toma y daca y chantaje, más hipocresía. Cuando ves esto, ¿quieres quitarte el cáncer, o tomar un analgésico para no sufrir? Cuando la gente se harta de sufrir es un buen momento para despertar.

Buda dice: “El mundo está lleno de dolor, que genera sufrimiento. La raíz del sufrimiento es el deseo. Si quieres arrancarte esa clase de dolor, tendrás que arrancarte el deseo.”

¿El deseo es cosa buena? Es una cuestión de lenguaje, pues la palabra “deseo”, en español, abarca deseos buenos, que son estímulos de acción, y deseos estériles, que a nada conducen. A estos deseos, para entendernos, vamos a llamarlos apegos.

La base del sufrimiento es el apego, el deseo. En cuanto deseas una cosa compulsivamente y pones todas tus ansias de felicidad en ella, te expones a la desilusión de no conseguirla. De no haber deseado tanto que tu amigo te acoja, te contemple y te tenga en cuenta; de no desearlo tanto, no te importaría su indiferencia ni su rechazo. Donde no hay deseo-apego, no hay miedo, porque el miedo es la cara opuesta del deseo, inseparable de él.

Sin esta clase de deseos, nadie te puede intimidar, ni nadie te puede controlar o robar, porque, si no tienes deseos, no tienes miedo a que te quiten nada.

No hay pareja ni amistad que esté tan segura como la que se mantiene libre. Sólo es eterno lo que se basa en un amor libre. Los deseos te hacen siempre vulnerables."

Anthony de Mello.

Aligerando el viaje…

Teniendo en mente que el Karma es esa pequeña semilla que sembramos con nuestros pensamientos-emociones-acciones. A continuación algunos tips que contribuirán a evitar o reducir los efectos de nuestras acciones; en otras palabras, a aligerarnos el viaje, a allanarnos el camino.

1. Aprende a guardar silencio en los momentos de mayores turbulencias.

2. Evita juzgar a las demás personas.

3. Enfoca tu atención sobre las cosas que más te agradan.

4. Mantente quieto, es en vano luchar (recuerda que sólo es una prueba).


5. Ten esperanza, lo que parece real es sólo un mal pensamiento producto de tu imaginación.¡Cámbialo!

6. Perdona, suelta, y libera.

7. Habla siempre en positivo.

8. Medita por lo menos dos veces al día. ( Cinco minutos sería muy buen comienzo)

9. Visualiza situaciones agradables para ti y todos tus seres queridos.

10. Otorga Amor sin importar lo que recibas

Verdad?


Qué es la verdad?
Cada individuo posee SU verdad, 
puede que dos no coincidan...
Mantén la paz!
Tammy.

Una aliada impecable: LA PACIENCIA

Una las herramientas básicas en este proceso es la paciencia, nos permite conectarnos con nuestro ser interno, navegar en aguas apacibles mientras tomamos decisiones o nos equilibramos.

Para sacar provecho a esta maravillosa herramienta aquí algunos puntos a tener presente.

1.- La paciencia es estar en paz con el proceso de la vida.
2.- Siempre hay algo que aprender, algo que conocer, algo que saber.
3.- Todo sucede en lugar y tiempo perfecto.

4.- Si la situación no ha concluido, quiere decir que hay algo más que saber, o hay algo que hacer.
5.- Impacientarse no acelera el proceso, al contrario puede extenderlo en el tiempo.
6.- Céntrate, respira y pregúntate: Qué es lo que necesito aprender?
7.- Luego espera pacientemente la ayuda que ya existe en tu entorno.
8.- Dedica el tiempo que la lección requiere.

Siempre tenemos a la mano todo lo que necesitamos para enfrentar cualquier situación, estamos rodeados de todo lo que requerimos para hacer cara a esta aventura y disfrutarla.

Ten paciencia y confía en el proceso de aprendizaje, confía en la vida.

Gracias y mi amor!
Tammy.

Tomando el control de ti mismo

Naciste como un alma perfecta, hermosa, llena de energía Divina, integral, adaptada a tu entorno, confiada... La programación que recibiste ha venido generando cambios en tí, algunos te llevan a conclusiones amorosas, otros a caminos escarpados y dolorosos.

Ten presente que nada puede quitarte tu esencia pura, sólo tienes capas de tules que ir eliminando, polvo que ir sacudiendo.

Descubre la verdad de quién eres, busca con diligencia ese estado natural con el que llegaste a esta aventura! En algunos casos se hace necesario despojarnos de todos los programas que nos han sido instalados... comenzar de cero. Un paso a la vez.


Tu vida te pertenece, a nadie más!
Tammy.

Asumiendo responsabilidades

Tienes por costumbre buscar fuera de ti la causa de tus llamados "fracasos", ¿buscar "culpables"? ¿será que realmente son los demás los responsables de lo que te sucede?; o ¿será que no te has atrevido a tomar las riendas de tus experiencias?

Será que es más fácil encontrar alguien a quien responsabilizar por nuestros actos; que actuar por cuenta propia y aceptar el resultado de las decisiones que tomamos?

Atrévete! Todos estamos en esta aventura para aprender de ella!

El Universo es nuestro aliado! "Equivócate", pero acéptalo y VIVE!
Todo conforma un continuo aprendizaje...

Besos!
Tammy.

Sólo ámate…


Tienes derecho al amor porque existes. Eso es todo lo que necesitas saber. No necesitas ganarte el amor, igual que no necesitas ganarte el aire que respiras.

Respira tranquilamente, céntrate y ve a tu ser interior y busca las razones que no te permiten amarte y amar. Identifica los patrones mentales que te bloquean. Trabaja en ellos para cambiarlos.

Amáte y permítete ser amado!
Un abrazo!
Tammy.

Modifica tus anclas…

En ocasiones asumimos posturas negativas por no saber cómo enfrentar determinada situación. Ese es un buen momento para detenerte y analizar los aspectos que te llevan a tal postura.

Recuerda que lo que te paraliza forma parte de un conjunto de creencias o estructuras que has adquirido durante toda tu vida. Y como toda creencia puedes ser modificada o eliminada.

Ten presente que todo comienza con un simple pensamiento, está en tu mente, le has dado poder por mucho tiempo… Toma el control de tus pensamientos-acciones!

Abrazos y mi amor!
Tammy.

Mantén limpia tu lámpara

Utiliza las habilidades creadoras de El Genio de tu Lámpara Mágica (tu cerebro). Está esperando que comiences a pedir lo que deseas para materializarlo ante ti.

Limpia tu lámpara de tantas telarañas, alimenta tu poder, dale fuerza, PIDE!!! Alinea tus pensamientos-emociones-acciones! Inspírate!

Besos!
Tammy.

martes, 29 de octubre de 2013

La cárcel imaginaria - Cuento de Bucay

Bucay, con sus palabras para chicos nos deja profundas reflexiones, nos ubica en tiempo, lugar, en el aquí mío, no el tuyo...

LA CÁRCEL IMAGINARIA

Mucha gente cree que es característico del sabio escapar de la sociedad, huir a la montaña, refugiarse en la cueva. El verdadero sabio nunca escapa de la sociedad, más bien se aleja en un intento, siempre doloroso, de renunciar a su identidad.

Durante miles de años hombres y mujeres hemos vivido presos, y a nuestras prisiones le hemos puesto bellos nombres: las llamamos templos, religiones, partidos políticos, ideologías, cultura, civilización, escuelas de psicoterapia, empresa exitosa, fama, poder, honores.

Por hermoso que sea el nombre de la prisión y por bien que se viva en tu cárcel, tú sabes que estás preso, porque quienquiera que viva conforme a una idea que lo condiciona es su prisionero.

Aunque tu celda sea de primera clase, aunque el patio sea tan grande que tus ojos no lleguen a ver los muros, aunque la atención en la prisión sea de cinco estrellas, aunque te prometan permisos de salida cada vez más frecuentes, aunque las cadenas sean transparentes y no pesen demasiado comparándolas con las de otros, aunque sea una prisión que aparentemente tú elegiste, aunque compartas la celda con aquellos a los que más quieres…

Aunque tú no quieras saberlo… Estás preso.

Nunca entraste en la prisión. Naciste allí y te ordenaron quedarte cuando todavía no eras consciente (y posiblemente aún no lo seas del todo).

Te condicionaron para que estudiaras, trabajaras, te enamoraras y casaras dentro de la cárcel.

Te entrenaron y te hipnotizaron para que no pudieras ver los barrotes.

Te condicionaron para que creyeras que solamente allí estarías protegido.

Te dijeron que después de todo era lo mejor a lo que podías aspirar.

El día que te enteres de dónde estás, e intentes decirlo en voz alta, los otros, tus compañeros de prisión, te dirán que es mentira. Y te dirán que la verdadera cárcel está fuera de esos muros. Y llorarán al cielo echando maldiciones para todos los que han intentado mostrarte otra verdad.

Y te dirán que la libertad no existe y que fuera está el infierno.

Te mostrarán que allí dentro puedes realmente tener todo lo que desees (menos libertad, claro). Tratarán de seducirte con premios y aplausos para que quieras quedarte.

Te ofrecerán dinero, sexo y lujos, condiciones “especiales” porque (te dirán) tú eres especial.

Y para impedir que te vayas, te amenazarán con castigo y tortura si no aceptas su oferta.

Y, si de todas maneras te vas, quiero que sepas que… saldrán a buscarte.
Porque tú eres una amenaza.

Vendrán por ti para llevarte de regreso o para mostrar tu cadáver a todos y demostrar con eso que la vida fuera es imposible.

Pero no desesperes, no te asustes… Una vez libre, si tú no quieres, nadie puede encerrarte.

Jorge Bucay

¿Día o noche?

“¿Día o noche?” Preguntó un maestro a sus discípulos para ver si sabrían decir cuándo acababa la noche y empezaba el día.

Uno de ellos dijo: “Cuando ves a un animal a distancia y puedes distinguir si es una vaca o un caballo”.

“No”, dijo el maestro.

Otro dijo: “Cuando miras un árbol a distancia y puedes distinguir si es un mango o un naranjo”.

“Tampoco” dijo el maestro.

“Está bien”, dijeron los discípulos, “dinos cuándo es”.

A lo que el maestro respondió: “Cuando miras a un hombre al rostro y reconoces en él a tu hermano; cuando miras a la cara a una mujer y reconoces en ella a tu hermana. Si no eres capaz de esto, entonces, sea la hora que sea, para ti… ¡aún es de noche!”.

La vida es el arte del encuentro - Facundo Cabral

"Como los budistas, sé que la palabra no es el hecho, si digo “manzana” no es la maravilla innombrable que enamora el verano, Si digo “árbol”, apenas me acerco a lo que saben las aves; el caballo siempre fue y será lo que es sin saber que así lo nombro.
Sé que la palabra no es el hecho, pero sí se que un día mi padre bajó de la montaña y dijo unas palabras al oído de mi madre, y la incendió de tal manera que hasta aquí he llegado yo, continuando el poema que mi padre comenzó con algunas palabras.

Nacemos para encontrarnos (la vida es el arte del encuentro), encontrarnos para confirmar que la humanidad es una sola familia y que habitamos un país llamado Tierra. Somos hijos del amor, por lo tanto nacemos para la felicidad (fuera de la felicidad son todos pretextos), y debemos ser felices también por nuestros hijos, porque no hay nada mejor que recordar padres felices.
Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la Tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo. Además, el universo siempre está dispuesto a complacernos, por eso estamos rodeados de buenas noticias. Cada mañana es una buena noticia. Cada niño que nace es una buena noticia, cada cantor es una buena noticia, porque cada cantor es un soldado menos, por eso hay que cuidarse del que no canta porque algo esconde. Eso lo aprendí de mi madre que fue la primera buena noticia que conocí.

Se llamaba Sara y nunca pudo ser inteligente porque cada vez que estaba por aprender algo llegaba la felicidad y la distraía, nunca usó agenda porque sólo hacía lo que amaba, y eso se lo recordaba el corazón. Se dedicó a vivir y no le quedaba tiempo para hacer otra cosa.

De mi madre también aprendí que nunca es tarde, que siempre se puede empezar de nuevo, ahora mismo, le puedes decir basta a la mujer (o al hombre) que ya no amas, al trabajo que odias, a las cosas que te encadenan a la tarjeta de crédito, a los noticieros que te envenenan desde la mañana, a los que quieren dirigir tu vida, ahora mismo le puedes decir “basta” al miedo que heredaste, porque la vida es aquí y ahora mismo.

Me he transformado en un hombre libre (como debe ser), es decir que mi vida se ha transformado en una fiesta que vivo, en todo el mundo, desde la austeridad del frío patagónico a la lujuria del Caribe, desde la lúcida locura de Manhattan al misterio que enriquece a la India, donde la Madre Teresa sabe que debemos dar hasta que duela.

Caminando comprobé que nos vamos encontrando con el otro, lenta, misteriosa, sensualmente, porque lo que teje esta red revolucionaria es la poesía. Ella nos lleva de la mano y debajo de la luna, hasta los últimos rincones del mundo, donde nos espera el compinche, uno más, el que continúa la línea que será un círculo que abarcará el planeta. Esta es la revolución fundamental, el revolucionarse instantáneamente para armonizar con la vida, que es cambio permanente, por eso nos vamos encontrando fatalmente para iluminar cada rincón.

Que nada te distraiga de ti mismo, debes estar atento porque todavía no gozaste la más grande alegría ni sufriste el más grande dolor. Vacía la copa cada noche para que Dios te la llene de agua nueva en el nuevo día.

Vive de instante en instante porque eso es la vida. Me costó 57 años llegar hasta aquí, ¿cómo no gozar y respetar este momento?
Se gana y se pierde, se sube y se baja, se nace y se muere. Y si la historia es tan simple, ¿por qué te preocupas tanto?.

No te sientas aparte y olvidado, todos somos la sal de la Tierra. En la tranquilidad hay salud, como plenitud dentro de uno. Perdónate, acéptate, reconócete y ámate, recuerda que tienes que vivir contigo mismo por la eternidad, borra el pasado para no repetirlo, para no abandonar como tu padre, para no desanimarte como tu madre, para no tratarte como te trataron ellos, pero no los culpes porque nadie puede enseñar lo que no sabe, perdónalos y te liberarás de esas cadenas.

Si estás atento al presente, el pasado no te distraerá, entonces serás siempre nuevo. Tienes el poder para ser libre en este mismo momento, el poder está siempre en el presente porque toda la vida está en cada instante, pero no digas “no puedo” ni en broma porque el inconsciente no tiene sentido de humor, lo tomará en serio y te lo recordará cada vez que lo intentes.

Si quieres recuperar la salud abandona la crítica, el resentimiento y la culpa, responsables de nuestras enfermedades.

Perdona a todos y perdónate, no hay liberación más grande que el perdón, no hay nada como vivir sin enemigos. Nada peor para la cabeza y por lo tanto para el cuerpo, que el miedo, la culpa, el resentimiento y la crítica que te hace juez (agotadora y vana tarea) y cómplice de lo que te disgusta.

Culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad de nuestra vida, es distraerse de ella.

El bien y el mal viven dentro de ti, alimenta más al bien para que sea el vencedor cada vez que tengan que enfrentarse. Lo que llamamos problemas son lecciones, por eso nada de lo que nos sucede es en vano.

No te quejes, recuerda que naciste desnudo, entonces ese pantalón y esa camisa que llevas ya son ganancia.

Cuida el presente porque en él vivirás el resto de tu vida. Libérate de la ansiedad, piensa que lo que debe ser será, y sucederá naturalmente."

Facundo Cabral

Tarot de Osho - La Existencia - Carta 1

Tú no eres accidental: la existencia te necesita. Sin ti algo hará falta en la existencia y nadie puede reemplazarlo. Esto es lo que te da dignidad: toda la existencia te extrañará. Las estrellas, el sol, la luna, los árboles y los pájaros y la tierra, todo el universo sentirá que hay un pequeño lugar vacante que no puede ser llenado por nadie excepto por ti.

Esto te da un tremendo gozo, la plenitud de que estás relacionado con la existencia y que la existencia te cuida. Una vez que estás limpio y claro, puedes ver el tremendo amor que desciende sobre ti desde todas las dimensiones.

Comentario
Esta figura que está sentada, desnuda, descansa en la hoja de loto de la perfección, contemplando la belleza del cielo en la noche. Ella sabe que el "hogar" no es un lugar físico en el mundo exterior, sino una cualidad interior de relajación y aceptación. Las estrellas, las rocas, los árboles, las flores los peces y los pájaros son todos nuestros hermanos/as en ésta danza de la vida. Nosotros, seres humanos, tenemos tendencia a olvidar esto en la medida que seguimos nuestros propios fines privados y creemos que debemos luchar para conseguir lo que necesitamos. Sin embargo, finalmente, nuestro sentido de separación es solamente una ilusión fabricada por las estrechas preocupaciones de la mente.

Ahora es el momento de observar si estás permitiéndole recibir el extraordinario regalo de sentirte en "casa" donde quiera que estés. Si es así, asegúrate de sacar tiempo para saborearlo a fin de que puedas ir más profundo y permanecer contigo. Si, por otro lado has estado sintiendo como si el mundo estuviese fuera para atraparte, es el momento de tomar un descanso. Sal fuera esta noche y contempla las estrellas.

Osho.

lunes, 28 de octubre de 2013

Todos tenemos un Doble - Dr. en Física Jean-Pierre Garnier Malet - Uakix

Hasta hace poco hablábamos de la forma espiritual llamada "Fe" que confabulaba con nosotros para lograr materializar nuestros deseos. La Fe como la herramienta por excelencia aplicada desde el hábito espiritual. Pero, hay quienes requieren de la parte científica para lograr hacer la conexión necesaria.

Hoy día el Físico francés Jean-Pierre Garnier Malet ha demostrado científicamente como todo en el Universo, incluyéndonos tiene un doble, y nos habla de cómo ese doble es la herramienta con la que contamos a la hora de lograr nuestros objetivos. Es un doble con quien tenemos contacto permanente, ya que somos nosotros mismos en planos distintos, y quien conoce todos los potenciales que tenemos disponible para resolver las situaciones que a diario se nos presenta.

Aquí la entrevista realizada a Jean-Pierre Garnier con la explicación del fenómeno  y un video de Mónica Villamarin que nos deja la forma práctica de aplicarla.

Un milagro más del Universo para cada uno de nosotros. Disfrútalo y toma acciones!

Besos!
Tammy.





Tarot de Osho - El Loco - Carta 0

El Loco es aquel que va confiando; El loco es aquel que va confiando, aún en contra de todas sus experiencias. Tú lo engañas y él confía en ti; Y tú lo engañas nuevamente, y él continúa confiando en ti. Entonces tu dirás que él es un loco, que no aprende. Su confianza es tremenda; su confianza en tan pura que nadie puede corromperla.

Sé un loco en el sentido Taoísta, en el sentido Zen. No trates de crear una pared de conocimiento alrededor de ti. Cualquier experiencia que venga hacia ti, deja que suceda, y luego ve eliminándola. Sigue limpiando tu mente; continúa muriendo para el pasado, así permanecerás en el presente, Aquí y Ahora, como si recién hubieras nacido, como un bebé.

Al principio va a ser muy difícil. El mundo comenzará a tomar ventaja sobre ti... déjalos. Ellos son unos pobres tipos. Incluso si eres engañado, decepcionado, robado, deja que eso suceda, porque lo que es realmente tuyo no podrá ser nunca tomado de ti, aquello que es realmente tuyo nadie lo podrá robar.

Y a cada momento no permitas que ninguna situación te corrompa, esa oportunidad se convertirá en integración interna. Tu alma se tornará más cristalina.

Comentario
Momento a momento y a cada paso, el Loco deja atrás el pasado. No lleva más que su pureza, inocencia y confianza, simbolizadas por la rosa blanca que tiene en su mano. Su traje contiene los colores de los cuatro elementos del Tarot, indicando que él está en armonía con todo lo que le rodea. Su intuición funciona al máximo. En este momento el Loco tiene el apoyo del universo para dar su salto hacia lo desconocido. Las aventuras esperan en el río de la vida.

Esta carta indica que si confías en tu intuición ahora mismo, en tu sentimiento de estar en lo cierto de las cosas, no puedes equivocarte. Tus acciones quizás parezcan "locas" para otros o incluso a ti mismo, si intentas analizarlas con tu mente racional. Pero el "cero", sitio que ocupa el Loco, es el número sin números, en donde confianza e inocencia son las guías, no el escepticismo y las experiencias del pasado

Osho

Neutralizar la agresividad

"Vivimos con un alto nivel de crispación: en la política, en el trabajo, en la calle… ¿Qué hay detrás de esta comunicación tan agresiva? ¿Cómo podemos combatirla?

Voy a buscar a mis hijos a la escuela. En un paso de cebra cercano a la entrada, por el que han de cruzar cada día los niños, me encuentro a un padre estacionado con su flamante Mercedes. Con absoluta serenidad, le hago notar que está bloqueando el paso justo en el punto por el que pedimos a diario a nuestros hijos que crucen para hacerlo con seguridad. Su respuesta no me atrevo a reproducirla. Lo más cariñoso que me dijo fue: “Métete en tus asuntos, y si te aburres, monta una ONG…”, a lo cual seguía un grosero insulto.

Estoy en la panadería del barrio. Dos chicas entran con un perro. Un cliente les llama la atención avisándoles de que está prohibido entrar en el local con animales. Entre ellas, pero alzando la voz para que el hombre las oiga, comentan: “Ya estamos. Otro [insulto] que se aburre en casa y tiene que venir a dar lecciones a la gente…”.

Estas son solo dos anécdotas recientes. Pero lo cierto es que muchas veces uno tiene la sensación de que hoy día la agresividad flota en el ambiente. Una agresividad gratuita, innecesaria y que en ocasiones raya la violencia. Una agresividad que hace de la relación casual con los demás una experiencia nada agradable, y que pone en jaque la convivencia. Y cada vez que nos enfrentamos a ella surge la misma pregunta: ¿qué le pasa a esta persona?, ¿por qué tanta irritación?

Detrás de la agresividad
“La violencia es el miedo a los ideales de los demás” (Mahatma Gandhi)
Ante un estímulo externo tenemos dos comportamientos posibles: responder o reaccionar. En el primer caso controlamos de forma consciente nuestro comportamiento. En el segundo actuamos sin control. En este contexto, la agresividad no es nunca una forma de respuesta, sino de pura reacción.

La reacción es un impulso automático del ser humano, que procede del instinto de supervivencia, y que tiene lugar cuando percibe un peligro o se siente atacado. Así pues, la agresividad es en esencia una reacción defensiva de alguien que en un momento dado se siente provocado.

Al margen de la agresividad patológica, que no es objeto del presente artículo, hay distintos orígenes para los comportamientos agresivos ocasionales con los que nos obsequia la gente en nuestro día a día:

- Hay agresividad que procede de nuestra inseguridad: cuando nos sentimos inseguros ante algo o alguien, cuando no dominamos algo y alguien nos cuestiona o nos pone en duda, la reacción por defecto será con toda probabilidad agresiva. Solo desde una gran dosis de seguridad personal podemos responder serenamente si alguien nos cuestiona.

- Hay agresividad que procede de nuestra falta de valor para decir lo que tenemos que decir: cuando tenemos que dar malas noticias, o hacer alguna observación negativa, y somos de los que nos cuesta hacerlo, nunca encontramos el momento adecuado. Y cuando finalmente hacemos acopio de valor, y lo decimos, nos vamos directamente y sin darnos cuenta al otro extremo, pasando de callarnos a decirlo con agresividad.

- Hay agresividad que simplemente procede de nuestra inquietud, de nuestros nervios: cuando algo nos inquieta, sea porque estamos ante una persona importante, porque hemos trabajado mucho en el tema o por cualquier otro motivo, es difícil responder ante cualquier observación sin alterarnos, manteniendo un tono constructivo.

- Y hay también agresividad que procede de nuestro sentimiento de culpa. Este sería a mi entender el caso de los ejemplos descritos al inicio. Cuando el sujeto se siente culpable y sabe que ha hecho mal las cosas, vive el comentario que le hagan como una agresión que le induce al ataque. En este caso, lo que hace es proyectar su enfado en los demás, cuando en realidad con quien está enfadado es consigo mismo.

En todos los casos la raíz es común, y se trata del miedo en cualquiera de sus formas o matices. Como afirma el Dalai Lama, “la ira nace del temor”, y ciertamente, cuando alguien o algo nos da miedo, la reacción colérica o fuera de tono no se hace esperar.

¿Cómo responder?
“El buen juicio no necesita de la violencia” (León Tolstói)

A menudo, ante los ataques de alguien, no sabemos reaccionar. Aguantamos estoicamente su brote de ira, y nos quedamos por el camino con la sensación de que es esa persona la que en el fondo se sale con la suya y consigue sus fines (es evidente que el padre del flamante Mercedes no movió ni un centímetro su coche, y que yo desistí de hacer nada más al respecto).

Pero probablemente esto sea lo mejor que podemos hacer. La recomendación fundamental ante una persona irritada es por encima de todo no reaccionar nosotros, y en muchos casos ni tan siquiera la respuesta serena merece la pena, puesto que si el otro está fuera de sí, no va a procesar nada de lo que le intentemos decir.

Lo que es seguro es que ante una persona agresiva no lleva a ninguna parte dejarla en evidencia, afearle su conducta o intentar discutir. Porque caeremos inevitablemente en una espiral de reacciones y contra reacciones que muy pronto nos hará perder el control a nosotros y nos encontraremos comportándonos a merced del otro.

Es importante vivir la agresividad ajena con la prevención de no caer nunca en su terreno de juego, no caer en la provocación y reaccionar, para mantener así y en todo momento nuestro juicio. Como afirmó Viktor Frankl, “no podemos controlar los acontecimientos, pero sí nuestra reacción a ellos”, y, como nos recuerda Stephen Covey, “nuestra conducta es una función de nuestras decisiones, no de nuestras condiciones”.

¿Qué se puede hacer?
“El medio para hacer cambiar de opinión es el afecto, no la ira” (Dalai Lama)

Si tenemos en nuestro entorno una persona que se muestra reiteradamente colérica (dejando al margen siempre casos no patológicos), hemos de considerar en primer lugar los posibles motivos: estamos ante una persona a la que la inseguridad y/o alguna manifestación del miedo la está colapsando.

No ayudará, por tanto, censurar su comportamiento ni mientras lo muestra (no está en condiciones de aceptarlo) ni en algún momento posterior (aunque lo acepte, su seguridad se verá inevitablemente minada). Tampoco funcionará dejarlo públicamente en evidencia. Todo ello no hará más que reforzar su inseguridad y, por tanto, la directa manifestación de esta: su reactividad y su agresividad.
Hay un camino que sí ayudará, aunque será lento en algunos casos y exigirá una gran dosis de empatía y generosidad: aceptar a la persona, comprenderla y, una vez comprendida la raíz de sus miedos, darle seguridad.

Con aquellas personas de nuestro entorno a las que queremos ayudar tenemos una posible estrategia a seguir: en lugar de enfadarnos con ellas cada vez que se muestran agresivas, podemos llevar a cabo un trabajo de fondo, que consistirá en ir dándoles mensajes positivos cada día. Esta estrategia no trata de tapar sus comportamientos agresivos. Trata de compensar y superar el mal de base, el origen de la agresividad, que es su falta de seguridad. La persona que muestra actitudes agresivas sabe perfectamente que no lo está haciendo bien, y no necesita que se lo recordemos. Lo que le ocurre es que no sabe de dónde proceden estas actitudes, y en esto es en lo que nuestra ayuda a través del refuerzo de su seguridad puede ser fundamental.

En los encuentros accidentales con gente que se muestra puntualmente agresiva, y a la que quizá ni conocemos, podemos responder con una pauta fija: serenidad y la mejor de las sonrisas.
Y cuando somos nosotros los que nos comportamos agresivamente, será bueno que analicemos qué tipo de situación ha desencadenado nuestra reacción: porque aquello ante lo que reaccionamos con irritación es precisamente aquello sobre lo que nos sentimos inseguros, aquello que no tenemos resuelto en nuestras vidas. Identificar lo que no tenemos resuelto y trabajarlo será la solución definitiva, más que intentar que un disciplinado autocontrol nos haga evitar un brote de cólera.

Agresividad, una palabra que rima con soledad. Está científicamente demostrado que tenemos mayor propensión por relacionarnos con aquella gente que nos muestra una actitud amable. No hace falta que hablemos con ellos; la sola expresión afable ya nos invita a la relación. Y siguiendo el razonamiento, parece lógico pensar que tendremos de forma natural una especial prevención a relacionarnos con gente que nos muestra una expresión hostil.

La agresividad con los demás levanta altos muros de aislamiento y lleva con el tiempo a la soledad. La gente se distancia hasta cortar todo vínculo de relación. A nadie le gusta pasar un mal rato en nuestra interacción con los otros. Y ya no es una cuestión de tenerle miedo al agresivo. Es el simple y humano deseo de sentirnos bien en compañía de los demás."

Fuente: Ferran Ramón Cortés. 
elpais.com

domingo, 27 de octubre de 2013

Cómo conservar nuestro camino…

"1. Al principio del camino hay una encrucijada. Allí puedes pararte a pensar en la dirección que vas a tomar. Pero no te quedes demasiado tiempo, o nunca saldrás de ese lugar. Reflexiona lo necesario sobre las opciones que tienes delante, pero una vez que des el primer paso, olvídate definitivamente de la encrucijada, pues en caso contrario nunca dejarás de torturarte con la inútil pregunta: “¿El camino que elegí era el correcto?”

2. El camino no dura para siempre. Es una bendición recorrerlo durante algún tiempo, pero un día terminará, y por eso debes estar siempre listo para despedirte en cualquier punto. No te aferres a nada. Ni a los momentos de euforia, ni a los interminables días en los que todo parece difícil, y el progreso es lento. Más tarde o más temprano llegará un ángel, y tu jornada habrá llegado a su término. No lo olvides.

3. Honra tu camino. Fue tu elección, fue decisión tuya, y en la misma medida en que tú respetas el suelo que pisas, este mismo suelo respetará tus pies. Haz siempre lo más adecuado para conservar y mantener tu camino, y él hará lo mismo por ti.

4. Equípate bien. Lleva un rastrillo, una pala, una navaja. Entiende que para las hojas secas las navajas son inútiles, y que para la hierbas muy enraizadas los rastrillos son inútiles. Conoce siempre qué herramienta hay que emplear en cada momento. Y cuida de ellas, porque son tus mayores aliadas.

5. El camino va hacia delante y hacia atrás. A veces es necesario volver porque se perdió algo, o porque un mensaje que debía haber sido entregado se quedó olvidado en un bolsillo. Un camino bien cuidado permite que puedas volver atrás sin grandes problemas.

6. Cuida del camino antes de cuidar de lo que está a su alrededor: atención y concentración son fundamentales. No dejes que las hojas secas del borde del camino te distraigan, ni que la manera como los otros cuidan sus propios caminos desvíe tu atención. Usa la energía para cuidar y conservar el suelo que recibe tus pasos.

7. Ten paciencia. A veces es necesario repetir las mismas tareas, como arrancar las malas hierbas o cubrir los agujeros que surgieron tras una lluvia inesperada. Que esto no te enfurezca, pues forma parte del viaje. A pesar del cansancio, y a pesar de las tareas repetitivas, ten paciencia.

8. Los caminos se cruzan: las personas pueden explicar el tiempo que hace. Escucha los consejos, pero toma después tus propias decisiones. Tú eres el único responsable del camino que te fue confiado.

9. La naturaleza sigue sus propias reglas: por lo tanto, tienes que estar preparado para los súbitos cambios del otoño, para el hielo resbaladizo del invierno, para las tentaciones de las flores en primavera, y para la sed y las lluvias del verano. En cada estación, aprovecha lo mejor que te ofrezca, y no te quejes de sus particularidades.

10. Haz de tu camino un espejo de ti mismo: no te dejes influir en absoluto por la manera como los demás cuidan de sus caminos. Tú tienes un alma que escuchar, y los pájaros transmitirán lo que tu alma quiere decir. Que tus historias sean bellas y agraden a todo lo que tienes en torno. Sobre todo, que las historias que cuente tu alma durante la jornada se reflejen en cada segundo del recorrido.

11. Ama tu camino: sin este principio, nada tiene sentido."

Paulo Coelho

Las fuerzas que mueve el Universo

"Usted tiene la capacidad para encontrar su parte invisible, usar su mente a su antojo y reconocer aquello que conforma su naturaleza humana. Su dimensión humana no se refiere a una forma o un cuerpo, sino a algo mucho más trascendental, guiado por unas fuerzas del universo que están siempre en funcionamiento.

Toda creación humana comienza con un pensamiento, una visión, una imagen mental. Su capacidad de pensar no tiene límites. Crea que usted es un alma acompañada de un cuerpo en vez de un cuerpo dotado de un alma. Usted creará para sí una vida sin limitaciones. Empezará a ver milagros desde que cree en ellos y confía en que se hagan realidad. Usted mismo se convertirá en un hacedor de milagros.

He llegado a saber que existe una inteligencia invisible, intocable, imperceptible y sin embargo muy real, detrás de, o apoyando, toda forma. A esta inteligencia se le ha designado con muchos nombres. Algunos la llaman Dios, otros fuerzas de la vida, conciencia superior, espíritu divino. El nombre no importa; su existencia, por el contrario, sí.

Mis circunstancias no me hacen ser el que soy, sino que tan sólo revelan lo que he elegido ser. Cuanto más tranquila está mi mente, más percibo el lazo de unión que existe entre mis pensamientos y mi modo de sentir y menos tiendo a ser crítico y negativo.

Cuando usted juzga a una persona, no la está definiendo a ella sino a usted mismo. El juicio crítico no dice nada sobre la persona juzgada; sólo expresa que usted necesita juzgarlo de la manera en que lo está haciendo. Por tanto, está hablando más de usted mismo que del otro y puede significar que se está identificando de alguna manera con la persona juzgada. Lo que más nos molesta de los demás es algo que con frecuencia nos negamos a admitir en nosotros mismos, o incluso algo de lo cual pedimos más.

Nuestro futuro está constituido por los pensamientos que tenemos con mayor regularidad. Nos convertimos literalmente en lo que pensamos y contamos con el don de poder escribir nuestra propia historia. No hay un camino hacia la felicidad, la felicidad es el camino.

En un universo en que el tiempo no existe, usted puede encontrarse con cualquier cosa que desee. La oportunidad de hacer que el pensamiento se convierta en realidad física depende de usted. La realidad física ya está aquí y su trabajo como visualizador consiste en aprender a llevar el mundo abstracto del pensamiento al mundo físico de la forma.

Cada cosa es energía. Nada es sólido. Todo oscila en su propio nivel de realidad. La energía es la sustancia del universo y los pensamientos son parte de esa sustancia. Cuando usted piensa en algo que le gustaría que le sucediera, la clave consiste en sintonizar la dos frecuencias para que todo se convierta en realidad.

Aquello en lo que usted concentre sus pensamientos se expande; aquello en lo que suele pensar más acabará siendo lo que usted elija para ampliar. Todos actuamos según las pautas de nuestros pensamientos y los mismos se convierten en nuestra experiencia diaria.

Nuestra capacidad para disfrutar de la vida procede de nuestra manera de procesarla, y no de la influencia de factores externos. Nada exterior tiene la capacidad de crear felicidad o plenitud en nosotros. Lo que determina la calidad de nuestra vida es nuestra decisión de sentirnos satisfechos o no, basada en nuestra forma de pensar, de vernos y de situarnos en el universo. Por consiguiente, si usted necesita mucho más para sentirse completo, entonces aunque reciba mucho más, siempre se sentirá insatisfecho."

Wayne Dyer

sábado, 26 de octubre de 2013

Cuando el cuerpo nos habla…


¿Cuál realidad eliges?

Tu creas la realidad, esto ya no lo dicen los espiritualistas intrépidos, ni algunos locos soñadores. Esto es lo que ha demostrado la física cuántica, entre otras ciencias Las palabras, los pensamientos y las emociones, creara tu mañana.

La física moderna dice “tú si puedes”

Durante décadas, los poderes de la mente han sido cuestiones asociadas al mundo “esotérico”, cosas de locos. La mayor parte de la gente desconoce que la mecánica cuántica, es decir, el modelo teórico y práctico dominante hoy día en el ámbito de la ciencia, ha demostrado la interrelación entre el pensamiento y la realidad. Que cuando creemos que podemos, en realidad, podemos. Sorprendentes experimentos en los laboratorios más adelantados del mundo corroboran esta creencia.

El estudio sobre el cerebro ha avanzado mucho en las últimas décadas mediante las “tomografías”. Conectando electrodos a este órgano, se determina donde se produce cada una de las actividades de la mente. La fórmula es bien sencilla: se mide la actividad eléctrica mientras se produce una actividad mental, ya sea racional, como emocional, espiritual o sentimental y así se sabe a qué área corresponde esa facultad.

Estos experimentos en neurología han comprobado algo aparentemente descabellado: cuando vemos un determinado objeto aparece actividad en ciertas partes de nuestro cerebro… pero cuando se exhorta al sujeto a que cierre los ojos y lo imagine, la actividad cerebral es ¡idéntica! Entonces, si el cerebro refleja la misma actividad cuando “ve” que cuando “siente”, llega la gran pregunta: ¿cuál es la Realidad?
“La solución es que el cerebro no hace diferencias entre lo que ve y lo que imagina porque las mismas redes neuronales están implicadas; para el cerebro, es tan real lo que ve como lo que siente”, afirma el bioquímico y doctor en medicina quiropráctica, Joe Dispenza en el libro “¿y tú qué sabes?”. En otras palabras, que fabricamos nuestra realidad desde la forma en que procesamos nuestras experiencias, es decir, mediante nuestras emociones.

El valioso vacío atómico

Aunque ya los filósofos griegos especularon con su existencia, el átomo es una realidad científica desde principios de siglo XX. La física atómica dio paso a la teoría de la relatividad y de ahí, a la física cuántica. En las escuelas de todo el mundo se enseña hoy día que el átomo está compuesto de partículas de signo positivo (protones) y neutras (neutrones) en su núcleo y de signo negativo (electrones) girando a su alrededor. Su organización recuerda extraordinariamente a la del Universo, unos electrones (planetas) girando alrededor de un sol o núcleo (protones y neutrones). Lo que la mayoría desconocíamos es que la materia de la que se componen los átomos es prácticamente inexistente. En palabras de William Tyler, profesor emérito de ingeniería y ciencia de la materia en la universidad de Stanford, “la materia no es estática y predecible. Dentro de los átomos y moléculas, las partículas ocupan un lugar insignificante: el resto es vacío”.

En otras palabras, que el átomo no es una realidad terminada sino mucho más maleable de lo que pensábamos. El físico Amit Goswani es rotundo: “Heinsenberg, el codescubridor de la mecánica cuántica, fue muy claro al respecto; los átomos no son cosas, son tendencias. Así que, en lugar de pensar en átomos como cosas, tienes que pensar en posibilidades, posibilidades de la consciencia. La física cuántica solo calcula posibilidades, así que la pregunta viene rápidamente a nuestras mentes, ¿quién elige de entre esas posibilidades para que se produzca mi experiencia actual? La respuesta de la física cuántica es rotunda: La conciencia está envuelta, el observador no puede ser ignorado”.

La farmacia del cerebro

En un pequeño órgano llamado hipotálamo se fabrican las respuestas emocionales. Allí, en nuestro cerebro, se encuentra la mayor farmacia que existe, donde se crean unas partículas llamadas “péptidos”, pequeñas secuencias de aminoácidos que, combinadas, crean las neurohormonas o neuropéptidos. Ellas son las responsables de las emociones que sentimos diariamente. Según John Hagelin, profesor de física y director del Instituto para la ciencia, la tecnología y la política pública de la Universidad Maharishi, dedicado al desarrollo de teorías del campo unificado cuántico: “hay química para la rabia, para la felicidad, para el sufrimiento, la envidia…”

En el momento en que sentimos una determinada emoción, el hipotálamo descarga esos péptidos, liberándolos a través de la glándula pituitaria hasta la sangre, que conectará con las células que tienen esos receptores en el exterior. El cerebro actúa como una tormenta que descarga los pensamientos a través de la fisura sináptica. Nadie ha visto nunca un pensamiento, ni siquiera en los más avanzados laboratorios, pero lo que sí se ve es la tormenta eléctrica que provoca cada mentalismo, conectando las neuronas a través de las “fisuras sinápticas”.

Cada célula tiene miles de receptores rodeando su superficie, como abriéndose a esas experiencias emocionales. La Dra. Candance Pert, poseedora de patentes sobre péptidos modificados, y profesora en la Universidad de Medicina de Georgetown, lo explica así: “Cada célula es un pequeño hogar de conciencia. Una entrada de un neuropéptido en una célula equivale a una descarga de bioquímicos que pueden llegar a modificar el núcleo de la célula”.

Nuestro cerebro crea estos neuropéptidos y nuestras células son las que se acostumbran a “recibir” cada una de las emociones: ira, angustia, alegría, envidia, generosidad, pesimismo, optimismo… Al acostumbrarse a ellas, se crean hábitos de pensamiento. A través de los millones de terminaciones sinápticas, nuestro cerebro está continuamente recreándose; un pensamiento o emoción crea una nueva conexión, que se refuerza cuando pensamos o sentimos “algo” en repetidas ocasiones. Así es como una persona asocia una determinada situación con una emoción: una mala experiencia en un ascensor, como quedarse encerrado, puede hacer que el objeto “ascensor” se asocie al temor a quedarse encerrado. Si no se interrumpe esa asociación, nuestro cerebro podría relacionar ese pensamiento- objeto con esa emoción y reforzar esa conexión, conocida en el ámbito de la psicología como “fobia” o “miedo”.

Todos los hábitos y adicciones operan con la misma mecánica. Un miedo (a no dormir, a hablar en público, a enamorarse) puede hacer que recurramos a una pastilla, una droga o un tipo de pensamiento nocivo. El objetivo inconsciente es “engañar” a nuestras células con otra emoción diferente, generalmente, algo que nos excite, “distrayéndonos” del miedo. De esta manera, cada vez que volvamos a esa situación, el miedo nos conectará, inevitablemente, con la “solución”, es decir, con la adicción. Detrás de cada adicción (drogas, personas, bebida, juego, sexo, televisión) hay pues un miedo insertado en la memoria celular.

La buena noticia es que, en cuanto rompemos ese círculo vicioso, en cuanto quebramos esa conexión, el cerebro crea otro puente entre neuronas que es el “pasaje a la liberación”. Porque, como ha demostrado el Instituto Tecnológico de Massachussets en sus investigaciones con lamas budistas en estado de meditación, nuestro cerebro está permanentemente rehaciéndose, incluso, en la ancianidad. Por ello, se puede desaprender y reaprender nuevas formas de vivir las emociones.

Mente creadora

Los experimentos en el campo de las partículas elementales han llevado a los científicos a reconocer que la mente es capaz de crear. En palabras de Amit Goswani, profesor de física en la universidad de Oregón, el comportamiento de las micropartículas cambia dependiendo de lo que hace el observador:
“cuando el observador mira, se comporta como una onda, cuando no lo hace, como una partícula”.
Ello quiere decir que las expectativas del observador influyen en la Realidad de los laboratorios… y cada uno de nosotros está compuesto de millones de átomos.

Traducido al ámbito de la vida diaria, esto nos llevaría a que nuestra Realidad es, hasta cierto punto, producto de nuestras propias expectativas. Si una partícula (la mínima parte de materia que nos compone) puede comportarse como materia o como onda… Nosotros podemos hacer lo mismo.

La realidad molecular

Los sorprendentes experimentos del científico japonés Masaru Emoto con las moléculas de agua han abierto una increíble puerta a la posibilidad de que nuestra mente sea capaz de crear la Realidad. “Armado” de un potente microscopio electrónico con una diminuta cámara, Emoto fotografió las moléculas procedentes de aguas contaminadas y de manantial. Las metió en una cámara frigorífica para que se helaran y así, consiguió fotografiarlas. Lo que encontró fue que las aguas puras creaban cristales de una belleza inconmensurable, mientras que las sucias, sólo provocaban caos. Más tarde, procedió a colocar palabras como “Amor” o “Te odio”, encontrando un efecto similar: el amor provocaba formas moleculares bellas mientras que el odio, generaba caos. Por último, probó a colocar música relajante, música folk y música thrash metal, con el resultado del caos que se pudieron ver en las fotografías. La explicación biológica a este fenómeno es que los átomos que componen las moléculas (en este caso, los dos pequeños de Hidrógeno y uno grande de Oxígeno) se pueden ordenar de diferentes maneras: armoniosa o caóticamente. Si tenemos en cuenta que el 80% de nuestro cuerpo es agua, entenderemos cómo nuestras emociones, nuestras palabras y hasta la música que escuchamos, influyen en que nuestra realidad sea más o menos armoniosa. Nuestra estructura interna está reaccionando a todos los estímulos exteriores, reorganizando los átomos de las moléculas.

¿Qué realidad prefieres?

El ya famoso experimento con la molécula de fullerano del doctor Anton Zeillinger, en la Universidad de Viena, testificó que los átomos de la molécula de fullerano (estructura atómica que tiene 60 átomos de cárbón) eran capaces de pasar por dos agujeros simultáneamente. Este experimento “de ciencia ficción” se realiza hoy día con normalidad en laboratorios de todo el mundo con partículas que han llegado a ser fotografiadas. La realidad de la bilocación, es decir, que “algo” pueda estar en dos lugares al mismo tiempo, es algo ya de dominio público, al menos en el ámbito de la ciencia más innovadora. Jeffrey Satinover, ex presidente de la fundación Jung de la universidad de Harvard y autor de libros como “El cerebro cuántico” y “El ser vacío”, lo explica así: “ahora mismo, puedes ver en numerosos laboratorios de Estados Unidos, objetos suficientemente grandes para el ojo humano, que están en dos lugares al mismo tiempo, e incluso se les puede sacar fotografías. Yo creo que mucha gente pensará que los científicos nos hemos vuelto locos, pero la realidad es así, y es algo que todavía no podemos explicar”.

Quizás porque algunos piensen que la gente “de a pie” no va a comprender estos experimentos, los científicos todavía no han conseguido alertar a la población de las magníficas implicaciones que eso conlleva para nuestras vidas, aunque las teorías anejas sí forman parte ya del dominio de la ciencia divulgativa.

Seguramente la teoría de los universos paralelos, origen de la “superposición cuántica”, es la que ha conseguido llegar mejor al gran público. Lo que viene a decir es que la Realidad es un número “n” de ondas que conviven en el espacio-tiempo como posibilidades, hasta que UNA se convierte en Real: eso será lo que vivimos. Somos nosotros quienes nos ocupamos, con nuestras elecciones y, sobre todo, con nuestros pensamientos (“yo sí puedo”, “yo no puedo”) de encerrarnos en una realidad limitada y negativa o en la consecución de aquellas cosas que soñamos. En otras palabras, la física moderna nos dice que podemos alcanzar todo aquello que ansiamos (dentro de ese abanico de posibilidades- ondas, claro).

En realidad, los descubrimientos de la física cuántica vienen siendo experimentados por seres humanos desde hace milenios, concretamente, en el ámbito de la espiritualidad. Según el investigador de los manuscritos del Mar Muerto, Greg Braden, los antiguos esenios (la comunidad espiritual a la que, dicen, perteneció Jesucristo) tenían una manera de orar muy diferente a la actual. En su libro “El efecto Isaías: descodificando la perdida ciencia de al oración y la plegaria”, Braden asegura que su manera de rezar era muy diferente a la que los cristianos adoptarían. En lugar de pedir a Dios “algo”, los esenios visualizaban que aquello que pedían ya se había cumplido, una técnica calcada de la que hoy se utiliza en el deporte de alta competición, sin ir más lejos. Seguramente, muchos han visto en los campeonatos de atletismo cómo los saltadores de altura o pértiga realizan ejercicios de simulación del salto: interiormente se visualizan a sí mismos, ni más ni menos que realizando la proeza. Esta técnica procede del ámbito de la psicología deportiva, que ha desarrollado técnicas a su vez recogidas del acervo de las filosofías orientales. La moderna Programación Neurolingüística, usada en el ámbito de la publicidad, las relaciones públicas y de la empresa en general, coincide en recurrir al tiempo presente y a la afirmación como vehículo para la consecución de los logros. La palabra sería un paso más adelante en la creación de la Realidad, por lo que tenemos que tener cuidado con aquello que decimos pues, de alguna manera, estamos atrayendo esa realidad..

La búsqueda científica del alma

En las últimas décadas, los experimentos en el campo de la neurología han ido encaminados a encontrar donde reside la conciencia. Fred Alan Wolf, doctor en física por la universidad UCLA, filósofo, conferenciante y escritor lo explica así en “¿Y tú qué sabes?” de la que se espera la segunda parte en pocos meses: “Los científicos hemos tratado de encontrar al observador, de encontrar la respuesta a quién está al mando del cerebro: sí, hemos ido a cada uno de los escondrijos del cerebro a encontrar el observador y no lo hemos hallado; no hemos encontrado a nadie dentro del cerebro, nadie en las regiones corticales del cerebro pero todos tenemos esa sensación de ser el observador”.
En palabras de este científico, las puertas para la existencia del alma están abiertas de par en par:
“Sabemos lo que el observador hace pero no sabemos quién o qué cosa es el observador”.

Hoy recuperadas por la física cuántica, muchas de estas afirmaciones eran conocidas en la Antigüedad, como en el caso del “Catecismo de la química superior”, de Karl von Eckartshausen.

Nuestro cerebro: un ordenador que procesa información

A cada segundo, en una vida como la moderna llena de estímulos: nos bombardean enormes cantidades de información. El cerebro solo procesa una mínima cantidad de ella: 400 mil millones de bits de información por segundo. Los estudios científicos han demostrado que sólo somos conscientes de 2.000 mil de esos bits, referidos al medio ambiente, el tiempo y nuestro cuerpo. Así pues, lo que consideramos la Realidad, es decir, aquello que vivimos, es sólo una mínima parte de lo que en realidad está ocurriendo. ¿Cómo se filtra toda esa información?

A través de nuestras creencias: El modelo de lo que creemos acerca del mundo, se construye desde lo que sentimos en nuestro interior y de nuestras ideas. Cada información que recibimos del exterior se procesa desde las experiencias que hemos tenido y nuestra respuesta emocional procede de estas memorias. Por eso, los malos recuerdos nos impulsan a caer en los mismos errores.

Cómo romper con esos malos hábitos del pensamiento

El cerebro crea esas redes a partir de la memoria: ideas, sentimientos, emociones. Cada asociación de ideas o hechos, incuba un pensamiento o recuerdo en forma de conexión neuronal, que desemboca en recuerdos por medio de la memoria asociativa. A una sensación o emoción similar, reaparecerá ese recuerdo en forma de idea o pensamiento. Hay gente que conecta “amor” con “decepción” o “engaño”, así que cuando vaya a sentir amor, la red neuronal conectará con la emoción correspondiente a cómo se sintió la última vez que lo sintió: ira, dolor, rabia, etc. Según Joe Dispenza
“si practicamos una determinada respuesta emocional, esa conexión sináptica se refuerza y se refuerza. Cuando aprendemos a “observar” nuestras reacciones y no actuamos de manera automática, ese modelo se rompe”.
Así pues, aprender a “ver” esas asociaciones es la mejor manera de evitar que se repitan: la llave es la conciencia.

La mecánica de la erección

La mejor metáfora del pensamiento creador es el miembro masculino. Una sola fantasía sexual, es decir, un pensamiento erótico, es capaz de producir una erección, con toda la variedad de glándulas endocrinas y hormonas que participan en ello. Nada hay fuera de la mente del hombre pero, sin embargo, se produce un torbellino hormonal que desemboca en un hecho físico palpable. En el lado femenino, también el poder del pensamiento asociado al erotismo se convierte a menudo en hechos físicos, demostrando la capacidad del pensamiento para crear situaciones placenteras… o adictivas. Los más firmes defensores del poder de la visualización llegan a proponer que se puede obtener a través de ella casi todo lo que deseamos.

¿QUÉ ES UNA ONDA DE FORMA?

Muchos científicos y físicos cuánticos reconocen el poder de transmisión en cualquier forma simple geométrica o como un diseño ondulado de un rastro de energía, es una ONDA DE FORMA simple. Puede tener un patrón geométrico o puede ser un gesto de pincel simple como una onda que contiene el significado completo, la intención y la energía de un momento dado de intensidad mientras da forma a la realidad y puede tener en su ser todas las cualidades que lo crearon. Es una semilla de fractal energético que dada la situación correcta continuará su crecimiento y multiplicándose. Éstas son modelos y formas que crean la energía y transmiten los patrones específicos, del pensamiento, nosotros hemos estado usándolos en los templos, las iglesias, logotipos, publicidad y podemos reconocer inmediatamente la armonía y desarmonía en ellos. Ciertos modelos de la geometría sagrada parecen actuar recíprocamente con su entorno armonizando y estabilizando sus moléculas, como si organizara los átomos y electrones. Puede significar que un cierto diseño de geometría YANTRA de ENERGÍA puede polarizar las partículas e incluso podría purificar el agua, aumentando las cualidades y la armonía en su entorno.

Fuente:preparemonosparaelcambio 

Camino de regreso a casa…

Durante este año he tenido abandonado el blog. Quizás la participación en otras redes sociales me hacían el día a día más fluido y me permitían una interacción más expedita.

Hoy lo estoy retomando con el amor de siempre, continuando con el cultivo, de mi alma, de mi Ser y en el camino compartiendo contigo mis vivencias…

Abrazos y gracias por seguirme!

Tammy